Hoy toca cocina

Con este par de visitas que hemos tenido estas dos últimas semanas, me he dado cuenta de que no trabajamos mucho, o lo que es equivalente: tenemos tiempo libre. He estado pensando en qué empleo mi tiempo libre: si son cosas productivas, si no... y como he visto que la mayoría no era productivo, me he apuntado a un curso de alemán. Voy a conquistar el C1. Bueno, el primer tercio del C1, pero todas las montañas se suben desde abajo.

Otras actividades no son directamente productivas, pero inciden muy positivamente en el resto del día, como el montar en bici. Es increíble lo que el moverte un poco puede hacer al estado de ánimo y viceversa. Y ahora que llega el frío, es casi mejor, porque no hay tantísimos domingueros por el carril bici. A lo mejor me he hecho una ciclista algo intolerante con los neófitos... Intolerante pero animada, es lo que tiene la bici.

Y luego están las actividades que, sin ser productivas ni afectar al estado de ánimo, hay que hacer porque sí, y es mejor hacerlas con ilusión que desganada, porque todo influye en el resultado final. Aquí voy a incluir la cocina.

Y como es octubre y está esto lleno de calabazas y no he puesto aún ninguna receta en el blog, aquí va ésta, inspirada por internet, pero más de mi cosecha, que aun no sé seguir instrucciones al pie de la letra. Hay veces que es malo, aunque esta vez ha sido un buen descubrimiento.

Ingredientes:
1 calabaza (no sé si valen todas, la mía se llamaba butternut)
3 patatas pequeñas
1/2 calabacín (restos que tenía en la nevera)
1/2 cebolla (ídem)
2/3 vaso de leche (lo que viene siendo un chorreón)
1 huevo
Queso
cayena
Aceite, sal, pimienta

1. Se pela la calabaza y se corta en cubitos.
2. Lo mismo con el calabacín.
3. Se dejan cocer los cubitos de ambas verduras con un poco de sal.
4. Mientras tanto se pelan las patatas y se rayan con el rayador.
5. Se corta la cebolla en trocitos pequeñicos. Tanto la patata como la cebolla van a ir crudas al horno, así que, si los trozos son pequeños, nos aseguramos de que se hagan bien.
6. Poner a precalentar el horno
7. Se unta una fuente de horno con mantequilla, se echa la patata, la cebolla, el calabacín, y la calabaza cocidos previamente escurridos, y se machaca un poco con un tenedor, mientras se va mezclando todo. Sazonar.
8. En un recipiente aparte se bate el huevo y se le echa el chorreón de leche, un poco de cayena, pimienta y sal. También le eché un poco de comino. A lo loco.
9. Se vierte en la fuente de horno, y se le echa queso por encima. Del que queráis. A mí es que no me gusta el queso, le eché uno semicurado que trajo Antonio de España y lo rayé, pero aquí, a gusto de cada uno.
10. Al horno. Lo dejé a unos 180° hasta que lo vi cuajadillo, algo menos de media hora.

No tengo fotos, porque no sabía que iba a estar tan bueno.

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