Aprender

Tener un hijo es aprender todos los días. Y trabajar, por mucho que se empeñen en llamar a la baja de maternidad "vaciones de madre". Desde que nació Julia he aprendido muchísimo y me he cansado como nunca. Y supongo que todo esto, unido a la perspectiva de no volver al trabajo convencional hasta septiembre, me ha acabado llegando un poco. Es una tarea muy poco valorada, el cuidar de un bebé y llevar la casa para adelante. Tan poco valorada, que a veces da la sensación de que ni siquiera la gente más cercana ve por lo que estás pasando.

Y es que mi ideal era otro. Mi plan inicial y utópico era cogerme 8 meses de baja y que Antonio se cogiera los otros 6. Pero bueno, las cosas no salen como se planean, así que al final, y por aprovechar la oportunidad de darle un impulso a la carrera del cabeza de familia, voy a coger yo casi toda la baja. Con gusto, porque esta niña es un amor, pero con el comecome en la cabeza de que se aleja mucho de mi plan inicial, y de que es casi imposible que alguien que nunca se va a ver en tu situación valore lo que haces. Bueno, no voy a ser tan derrotista, igual se puede, todavía queda camino.

El caso es que echo un poco de menos el hacer algo que socialmente esté valorado. Y creo que ahora es el momento perfecto de empezar con algo nuevo. Julia está un poco más independiente y me deja algo de tiempo, y creo que anímicamente me vendrá muy bien, pues me viene faltando algo estos días. Además hemos pasado la Semana Santa con Luis, que es capaz de llenar de entusiasmo a una plañidera, con esto del DIY y el programarte tus cosillas. Así que me he liado la manta a la cabeza y me he comprado un kit de arduino. A ver qué tal.

No me olvido de que es un hobby y de que yo ya tenía de eso, así que antes de comprarlo he regado mis plantas y transplantado una y he tomado medidas para las cortinas y la funda de la trona de Julia, no sea que no pueda con más de un hobby y deje algo en el camino. ¡Qué injusticia para mis plantas o mis cortinas!

Bueno, no sé cómo será o qué tiempo tendré en la práctica para eso, pero me hace ilusión poder emprender un proyectillo que me haga sentirme útil según los estándares de la sociedad vigente. No me olvido de Julia y de que el trabajo que hago con ella es el más importante y el que mejores frutos da. También es el trabajo que yo más valoro, sé que aprendo mucho más de lo que hubiera imaginado, mucho más de lo que imaginan todos los que no han tenido la oportunidad de pasar un tiempo significativo con una criatura de estas características. También sé que el arduino no me va a hacer morir de amor, como hace Julia, así que estoy contentísima de poder compaginarlos.

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