Auracher Köpfl

Este fin de semana estrenamos la mochila para llevar a Julia. Hasta ahora habíamos subido al monte con ella, pero siempre en el pañuelo. La mochila la habíamos probado por aquí: para dar un paseo por el Würm o ir al huerto. Por fin la hemos estrenado de verdad, en su hábitat natural.

Fuimos con nuestros compañeros de monte cerca del Schliersee (¡qué bonito es!). Desde Fischbachau subimos hasta el Auracherkopf y bajamos hacia el Schliersee para echar una merecida cerveza mirando al lago. La elección de la excursión estuvo mucho más pensada que la vez anterior. La diferencia de altitud era suficiente como para saber que no estás dando un paseo y no tan grande como para temer por nuestra integridad física, como la vez anterior en el Rechelkopf. Esta vez no puedo quejarme del peso adicional de Julia, porque la llevó Antonio todo el rato, pero mira que estoy en baja forma, ¿eh? Lo subí bien, pero ya me cansaba de más en algunos trozos inusualmente empinados.

El tramo final de subida al pico era precioso, pero yendo con niños en la mochila es un poco arriesgado. No hubo ningún momento de peligro, pero sí que fuimos extremando el cuidado, por lo menos en el trozo ése. El camino no era tan obvio ni tan fácil de seguir, había que esquivar troncos y piedras y ayudarte con la manos en algunos sitios. Es algo que ni hubiera sido reseñable si no hubiéramos ido con bebé, pero con la mochila y el bebé hay que ir mucho más seguros.

Y pensando en esto he descubierto lo subjetivo de la dificultad de las rutas. Sin niña, ya había aprendido a valorar las alturas que podía subir y las distancias que podía recorrer sin realizar un esfuerzo sobrehumano. La dificultad del camino no era, hasta ahora, un factor. Cuando miro rutas en Internet (mi sitio favorito es www.alpenvereinaktiv.de) leo siempre la descripción y lo que comentan otros usuarios, porque puede que el camino esté intransitable por épocas, o igual hay gente que lo ha hecho con niños y cuentan su experiencia... Y me doy cuenta que no es muy de fiar, esta experiencia, por subjetiva. Nuestros compañeros de monte dieron con un blog de una familia que subía sus excursiones con los niños, pero eran salvajadas a veces, y es que los niños tienen ya 18 añitos y pueden permitirse esas cosas. Yo, por mi parte, miro con interés todo lo que postean en el grupo de facebook Parents in Munich sobre excursiones al monte, y me encuentro casi siempre con que son salidas en coche hasta una Hütte o incluso andar un par de kilómetros con carricoche. Sigo buscando un indicador fiable y universal, adaptable a las condiciones meteorológicas sobre lo difícil que es una ruta. Porque me gusta subir montes por caminos de monte y que la ruta sea algo exigente, pero sabiendo que vas a poder terminarla en cualquier caso.
Nosotros, viviendo la vida

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