Respuesta a la pregunta "¿cuándo os vais a comprar un coche?"

A lo largo de mi vida me he encontrado incontables veces con esta pregunta, que se repite con especial intensidad en los últimos años.
Tengo carnet de conducir.  Y, aunque no lo hago a menudo, podría conducir. Sé que al principio me costaría, como todo lo nuevo, pero ya lo he hecho y no es cuestión de incapacidad. Es cuestión de falta de necesidad.
Sé que los conceptos de lo que es necesario y lo que solo es útil no son universales, pero me cuesta creer que estando inmersos en la misma cultura, puedan diferir tanto a veces. Es una locura, pero en pleno siglo XXI, dos adultos con una niña pueden no necesitar un coche. Vamos a desgranar los principales usos del coche en la vida moderna, y detallar las alternativas que tenemos:
  • Mi camino al trabajo. Claro, sería una buena forma de ir al trabajo calentita, no lo vamos a negar. Pero no sería un ahorro de tiempo. Mi trabajo está relativamente cerca de casa, a unos 15 minutos en bici. En coche, según googlemaps, serían incluso 18 minutos de puerta a puerta, sin contar con la búsqueda de aparcamiento, que últimamente está tan mal, que cuando aún me queda un trecho, ya me encuentro a compañeros aparcando. Los pobres tienen que andar todavía 1,5km hasta el despacho. Telita, ¿eh?
  • El camino al trabajo de Antonio. Aquí tiene la cosa algo más de sentido, porque para distancias tan largas, la bici deja de ser una opción.  Aquí ya entra en juego el transporte público, que da una batalla igualada. Los 37 minutos en coche son comparables a los 47 de la combinación cercanías+Pendelbus. Todo esto es en el mejor escenario posible, esto es, el cercanías va en su hora, no hay atasco alguno y se puede aparcar sin problema. Pero, por desgracia, el cercanías es un caos de vez en cuando (digamos un día cada 3 semanas) y hay atascos todos los días, a la hora de ir y a la de volver (no incluyo el aparcamiento, que no sé cómo está por allí). Así que, aun cuando creo que aquí podría ser útil tener coche, vemos que no es imprescindible, pues la alternativa no es comparativamente peor, ni en tiempo ni en comodidad.
  • El camino de Julia a la guardería. Aunque hemos conseguido una plaza de guardería, está un poco lejos de casa, a unos 2 km. Andando tardamos unos 20 minutos, en bus serían 23, en coche 6 y en bici 5. Vale, aquí, el coche y la bici están igualados, pero podemos aparcar la bici justo en la puerta de la guardería y dejarla allí todo el día, mientras que el aparcamiento para el coche está difícil por la zona. La llevamos en el remolque, y podemos engancharlo en las dos bicis. Además, la parada de cercanías está al lado, y Antonio puede coger el transporte público ahí mismo. ¡Bienvenidos a la era de la intermodalidad!
  • Monte. Aquí reconozco que empezamos a echarlo de menos, porque hemos hecho casi todos los picos que se pueden hacer yendo de domingueros con el tren desde Múnich. Nos falta explorar las zonas menos accesibles con el tren. En tiempo no creo que ahorres mucho, porque el tren va rápido y tiene el plus de ser muy cómodo cuando no está lleno hasta la bandera, pero lo dicho, si quieres ir a un pueblo más aislado, tiene que ser en coche o tardando mucho más con el autobús. Aunque quiero dejar claro que hasta ahora nos ha ido genial con el tren, éste es el único punto que nos planteamos hacer con coche.

Hemos dejado claro, pues, que el coche lo usaríamos para ir al monte algún fin de semana, pongamos 2 al mes. Aquí hicimos la cuenta de lo que nos supondría alquilar un coche las veces que fuera necesario y de lo que nos costaría mantener un coche comprado. Comparamos gasto anual y no hay color. El artículo que linco tiene precios españoles, pero sirva para hacer el apaño. Alquilar coche dos findes al mes, con seguro a todo riesgo, nos salía por unos 1400€/año. Hay una diferencia de alrededor de unos 3000€ anuales con respecto a comprar y mantener un coche propio, que se dice pronto. Y, si bien coincido en que sería útil tener la disponibilidad del coche, creo que a ese precio, es un capricho que no estoy dispuesta a permitirme. Y me parece increíble que se asuma que tenemos que tener vehículo propio como lo normal; que lo raro sea lo que hacemos nosotros, que es apañarnos sin coche en una ciudad con una densísima red de transporte público y donde ir en bici es lo más común, incluso con este tiempo.
Pues no, pues no nos vamos a comprar un coche, porque es un dineral y porque, si bien es útil, no nos es necesario ahora mismo. Y porque es una locura que todos tengamos coche, hasta los que no lo vamos a usar. Y porque ir en bici al trabajo me alegra el día, haga el frío que haga, y porque Antonio puede leer durante el tiempo que estaría en un atasco. Creo que la pregunta estándar podría ser "y tú, ¿por qué tienes coche?" en vez de al revés. O ninguna. Que cada uno ya habrá pensado por sí mismo lo que quiere y lo que necesita. Y dejad de preguntar ya, copón.

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