Trabajo nuevo
Bueno, parece que con el trabajo, ya no tengo tanto tiempo para narrar mi vida, pero voy a seguir intentándolo igual. Ya llevo una semana en el nuevo trabajo y aún no sé a qué atenerme. Por un lado me gusta mucho que parezca que tienen intención de cuidarme, me dan Schulungen y me quieren hacer un examen oficial y, en general, nos tienen bastante entretenidos en esta primera fase en la que parece que es todo leer y aburrirse. Pero claro, por otra parte echo de menos el buen rollito del trabajo anterior, la gente, los cafés, las risas… Supongo que siempre es igual al principio, hay que acostumbrarse al nuevo entorno, y no creo que esté yendo mal por ahora, pero soy una impaciente y quiero hacer amigos ya. Pero bueno, el jueves tuvimos un evento en la oficina: nos dieron comer y un poco de beber, y pude hablar un poco con la gente. No parecen malas personas J
El resto de cosas han quedado relegadas un poco a un segundo plano, ahora que he vuelto a la vida laboral. Entre el hacer la comida y el trabajar, no tengo tiempo para nada más, hasta que me acostumbre a la nueva rutina y pueda volver a ser un poco persona. Pero no renuncio a mis plantas ni a mi deporte.
Ahora que las actividades de ocio han quedado relegadas al fin de semana, parece que hay que aprovecharlo al máximo. El anterior lo conseguimos, más o menos. El viernes fuimos a ver el partido de Alemania al cine al aire libre del Olympiapark. No deja de maravillarme cómo usa esta gente los recursos. Tienen un parque de cuando las olimpiadas del (quiero decir) 74 en medio de la ciudad, y, chico, es que no lo dejan libre un momento. Las opciones para ver el partido allí eran múltiples, aunque nos dimos cuenta un poco tarde:
1. Lo retransmiten en pantalla gigante en el estadio olímpico por el módico precio de 8€ y la promesa de no meter bebidas, ni nada.
2. También está la posibilidad de verlo en el Open Air Kino, por 6€ tirado en el prado. Este precio cubría los dos partidos de cuartos, pero no la humillación que pasamos al intentar pedir cervezas y ser ignorados una y otra vez por los camareros.
3. Mi opción favorita es Tollwood. Es un festivalillo que hacen en verano, con puestecillos, música, espectáculos, bebidas… Hay un Biergarten grande de Andechs y un par de carpas más pequeñas donde se puede disfrutar a gustico del partido. Si lo ves tirado en el prado, no tienes ni que comprarles las cervezas, las puedes traer de casa.
Al final lo vimos en el cine, que no estuvo mal, pero de todo se aprende, así que el sábado fuimos a Tollwood y exploramos la segunda opción de ver partidos, que tampoco está mal. El domingo tocaba Karsfeldersee, que era el cumpleaños de Mircea, con cerveza, barbacoa y el primer paseo con la bici nueva. Tengo la certeza de que la bici ha intentado violarme, por momentos estaba dentro de mí, sin exagerar nada ¡pero es que es tan bonita…!
Este fin de semana no se presenta tan bien, porque hace malo, malo, malísimo, pero veremos qué se puede hacer por aquí beim schlechten Wetter, seguro que tienen algo preparado.
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