Huerto semi-urbano

Ya he hablado del nuevo proyecto que vamos a emprender, el Krautgarten. Ahora voy a contar un poco cómo funciona y lo que tenemos que hacer en esta primera fase, que va rapidísimo.

Esto del Krautgarten en Moosach es parte de un proyecto más grande del Ayuntamiento: el cinturón verde de Múnich. Se trata de montar huertos urbanos a las afueras de la ciudad, donde los vecinos puedan cultivar sus verduras durante medio año. Normalmente lleva la organización el mismo Ayuntamiento. Ellos preparan el terreno, reparten las parcelas, dotan de herramientas a los vecinos, recolectan el dinero del usufructo del terreno y incluso en algunos casos se encargan de la compra de las plantas que se van a sembrar en todo o parte de las parcelas.

Nosotros no hemos tenido tanta suerte, así que para nuestro Krautgarten se va a hacer una asociación que se encargue de todas estas cosas. Como es de esperar, al principio hay un mundo por hacer, así que los vecinos se dividen en grupos de trabajo y tratan de ponerlo todo a punto. Y cuando digo todo, es TODO: hay que instalar una bomba de agua manual, depósitos de agua en varios puntos, comprar regaderas, herramientas, preparar una compostera, un cartel que diga de qué vamos... 

Va todo rapidísimo, la verdad. Ya se ha pagado el alquiler de las parcelas más una cuota puntual para la compra de todo lo necesario y están manos a la obra todos los grupos de trabajo para que todo esté listo en una semana. Nosotros, por nuestra parte, nos estamos documentando sobre qué cosas plantar y sobre el tema de la compostera, que es el que nos ha tocado en gracia. Hay mucha literatura en Internet, pero me estoy informando en alemán, y esto limita mucho la información que puedo procesar. La cosa es que aquí la gente planta unas verduras que no tienen ni traducción al español, por lo que prefiero usar fuentes locales en vez de ponerme los dientes largos viendo las cosas que podría conseguir con un huerto en España :)

En fin, ésa es la novedad de estas semanas, que nos va a tener ocupados y emocionados a partes iguales, por lo menos hasta que nos den nuestra parcelita.