Krautgarten
Resulta que están sorteando ahora unos Krautgarten cerca de casa. Bueno, cerca en bici, que para mí sigue siendo cerca (hasta con niña, en cuanto se pueda sentar). Parece fácil acceder a ellos, porque por ahora hay más parcelas que interesados, así que estoy encantada. Ya me veo en verano, tomando una cerveza al sol después de regar mis lechugas...
La idea es muy buena. Son unas parcelas pequeñas (el tamaño exacto lo decidimos entre todos los interesados) y se puede plantar de todo, respetando unas reglas básicas. Nada de abonos químicos, la parcela se recibe en mayo y se devuelve en noviembre, así que no se puede cultivar nada más allá de ese ciclo, tampoco se puede construir nada y hay que respetar los caminos existentes y los nuevos caminos entre parcelas. Mola, ¿verdad?
Por ahora, por lo nuevo de la experiencia y porque parece que lleva su tiempo cuidar de una cosa así, vamos a compartir parcela con los vecinos (con la misma acepción que antes: son vecinos porque puedo llegar a su casa en bici en un tris), y ya veremos cómo va.
Hace poco he vuelto a cuidar de mis plantas, he rebrotado los tulipanes y plantado flores variadas y tomates, así que, a ver si con la emoción del momento trasplanto a Palmerita y le saco los hijos a una de las plantas de Klemens y dejo listas para la temporada a todas las plantas de la casa, para poder empezar a ocuparme de las del jardín.
Al hilo de ésto, el otro día vimos "The Martian". Me ha gustado mucho, a pesar de la obvia propaganda, porque agrupa muchos temas interesantes. El espacio, la colonización de otros planetas, y las planticas. ¡Qué tío, Matt Damon!
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