Capacidad de análisis
Llego un poco tarde, pero no quería quedarme sin hablar de lo que ha pasado en la primera reunión de esta legislatura de los Diputados en el Congreso. Bueno, pasar, han pasado muchas cosas, y se ha opinado mucho sobre cosas sobre las que no deberíamos ni opinar, como el atuendo de algunos de los Diputados. Creo que el único motivo de levantamiento de cejas en cuanto a la vestimenta, sería que alguien llevara ropa manifiestamente sucia o rota, pero hasta donde yo sé no ha sido así, así que todo estupendo.
Otro de los temas candentes ha sido el bebé de una de las Diputadas, Carolina Bescansa. Esta señora ha llevado a su bebé de unos 6 meses al Congreso y media España se ha llevado las manos a la cabeza. No era difícil leer al día siguiente, tanto en las redes sociales como en periódicos digitales y los comentarios habilitados en los mismos, que qué poca vergüenza, que si se cree que no sabemos que el Congreso tiene guardería, que si tenía a la niñera esperando en la puerta, que el resto de la gente no se puede llevar a sus bebés al trabajo y que se organizara, como todas las madres hacen. De esta ola de comentarios en esta dirección, se desprenden dos cosas:
1. La falta de capacidad de análisis de la gente que así opina. Yo no sabía que tenían guardería en el Congreso (a la que creo que todavía no podría acceder este niño), pero no he dudado de que esta señora podía haber dejado al niño con otra persona y que esto no era un acto fruto de la falta de previsión, sino que era una reivindicación. Con esto ha conseguido que se hable de la conciliación, de si se puede o no llevar a los hijos al trabajo hasta que empieza la enseñanza reglada... en fin, temas que, a mí por lo menos, me preocupan.
2. La falta de empatía de la gente que le recrimina a Carolina Bescansa que no se organiza. Nos pierde un poco la cultura del esfuerzo. Se valora tanto el esforzarse que nos llega a parecer injusto cuando el que viene detrás lo tiene más fácil que nosotros. Y no debería ser así. Ya en la Escuela se veían mucho este tipo de actitudes: todos nos quejábamos de lo difícil o lo injusta que era la forma de valorar en alguna asignatura, y en cuanto la cambiaban hacia algo que rebajaba un poco esa dificultad, nos volvíamos a quejar, porque nosotros la habíamos cursado cuando era más exigente. Está claro que hay cosas que no van a ser un camino de rosas, pero si se va avanzando hacia algo más justo, las generaciones que ya se han partido los cuernos con esas cosas deberían ser las que aprecien lo necesario del cambio, y no las que lo obstaculicen,
En general me parece triste que se demonice a alguien por un acto como llevarse al bebé al trabajo, pero me parece aún más triste que no sepamos ver más allá de este simple gesto, que no entendamos que trata de concienciar y fomentar el debate. Y lo otro ya no es triste, es egoísta. Las personas que ya han pasado por ahí y saben lo que es dejar a tu bebé de 4 meses con alguien, saben lo complicado que ha sido para ellas el compaginar el trabajo con la crianza de un ser humano y saben que no han tenido otra elección, son simple y llanamente egoístas si están en contra de que este camino se haga más llevadero a los padres que vienen.
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