Propósitos de Año Nuevo

Este año, con la venida de la pequeña Górdit, no hemos vuelto a casa por Navidad. Se echa de menos, pero como la reciente familia que somos (hasta hace unos meses éramos un rollito) hemos pasado las fiestas en nuestro nuevo y pequeño círculo familiar.

Una de las cosas que se hacen tradicionalmente cuando se acerca el final del año es hacer repaso de los propósitos del año anterior, si los hubo, y ponerse nuevas metas para éste. Es obvio que en el 2015 han pasado muchísimas cosas, y que el 2016 no parece que le vaya a ir a la zaga, pero está bien sentarse y hacer un esbozo de lo que quieres conseguir en estos meses. Este año he convencido a Antonio para que haga la lista de propósitos conmigo, así que ahí van:

Antonio
1. Encontrar un trabajo mejor
2. Sacarse el DSH/DaF
3. Sacarse el carné de conducir
4. Llevar a Julia al monte
5. Correr una media maratón
6. Ponerse en forma
7. Preocuparse por las finanzas familiares

Andrea
1. Aprender un nuevo lenguaje de programación
2. Sacarme el DSH/DaF
3. Volver a mi peso de antes del embarazo
4. Llevar a Julia a la playa
5. Hacer las cortinas
6. Llamar más a casa
7. Conducir
8. Consumir más responsablemente

El año pasado me propuse subir un monte, dándome a elegir a mí misma entre el Zugspitze y el Mulhacén (¡fracaso absoluto!) y empezar en esto del consumo responsable. El primer objetivo no pudo ser, porque el embarazo, junto con ser un poco flojucha impiden subir montes de esa magnitud, pero lo dejo en la recámara, que algún día espero subir alguno de los dos. Y el segundo no fue mal. Estoy cuestionándome algunas de las cosas que siempre he hecho sin pensar, compro productos distintos, he renunciado a ciertos medios de comunicación... Intentaré poner más entradas sobre estas cosillas, pero el caso es que el propósito está cumplido: he empezado a consumir responsablemente. Pero queda mucho, claro. A lo largo del día tomamos un montón de decisiones con las que estamos, bien dando aliento a la quema de bosques en el sureste asiático para la plantación de palma, bien permitiendo que montañas de plástico se acumulen en los vertederos o incluso dando apoyo a empresas cuyos objetivos van en contra de nuestras ideas. Por eso y porque por ahora me resulta imposible cuestionarme todas y cada una de estas decisiones, considero que no consumo responsablemente todavía, así que seguiré en esta línea hasta que lo consiga.

Sin embargo, he empezado el año malita, supongo que por el frío que ha empezado a hacer por aquí y porque ha coincidido con un Schub de Górdit, que sólo quiere tomar teta y no me deja energías ni para lamentarme. Pero todo se pasa, y seguro que a lo largo de esta semana ya me curo. Y si no, que me traigas eso los Reyes; ¡salud!

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